Pato Fuentes
REFLEXIONES SOBRE "El ser y el golf"
“Utilizando la Filosofía para optimizar nuestro juego”
( Elaboradas a partir del libro “ Ontología del lenguaje” de Rafael Echeverría.)
La filosofía de Descartes (Cartesianismo), ha sido la más influyente en los tiempos modernos. El pensamiento, dice Descartes, nos convierte en el tipo de ser que somos, la razón es lo que nos hace humanos. Su postulado: “Pienso, luego existo”.
Desde esta concepción del hombre, el ser siempre permanece igual, no cambia (Conócete a ti mismo). Se supuso que la razón no tenía límites, que podíamos conocer y dominar todo, ya sea nuestro entorno natural o las relaciones con los demás. Asumimos que para cada pregunta, había una sola respuesta verdadera o adecuada. La ciencia se apoyó en esta concepción para su desarrollo.
El filósofo alemán Martín Heidegger, critica los supuestos del cartesianismo, él sustituye “el ser” por el “ser–en-el-mundo”, el Dasein. No puede separarse ser y mundo, sujeto objeto. No hay un ser que no esté en el mundo.
No sólo tenemos a Descartes y Heidegger filosofando sobre “el ser”, tanto Heráclito como Nietzsche reconocen que no sólo es centrarse en el “ser” sino que también hay que mirar lo que “no es”, de allí las reflexiones de Nietzsche sobre “el ser y la nada”, dice: “ Ser humano puede ser visto como un proceso en el que estamos permanentemente huyendo de la nada, mientras que al mismo tiempo somos impulsados hacia ella, buscándole así un “sentido a nuestra vida”.
Nietzsche une la experiencia de la nada, a la emoción “miedo”. El miedo de los seres humanos a la experiencia de la nada (Nihilismo).
Cambia radicalmente con estas filosofías el concepto de “verdad”, ya no va a haber una verdad única, sino que se pasa a valorar “el observador”, quién interpreta el mundo exterior . El mundo exterior cambia de acuerdo a quién o cómo es interpretado. Un mismo objeto puede resultar diferente para dos diferentes observadores. Sumamos a lo dicho, la importancia del lenguaje, con sus juicios e interpretaciones de la realidad, diría Heidegger, “...los seres humanos habitan en el lenguaje”.
Todo este paso por la filosofía y lo ontológico, es para entender en profundidad la “esencia” del golf, lo que yace en su espíritu. Podríamos preguntarnos ¿Qué es “ser” en el golf?, cómo se juegan estas cuestiones filosóficas en un deporte que continuamente nos “desnuda”, nos “des-en-máscara”, nos lleva a cuestionarnos y a conocernos.
Ahora hagamos un esfuerzo y veamos lo expuesto: cómo se juegan éstos conceptos con las vivencias del golf. Por supuesto que estoy dando mi punto de vista, y dando lugar a debates o críticas.
En su mayoría, los golfistas nos manejamos desde la concepción cartesiana, mediante la razón. Si piensan lo correcto, eligen lo correcto, hacen lo correcto, la pelota debería meterse en el hoyo. Cuando incorporamos la técnica del swing, también hacemos un esfuerzo por “ser” racionales, entender a nuestro profesor y repasar todo paso a paso objetivamente. Creemos poseer “ la verdad” de cómo deben ser los acontecimientos. Es muy común la frase “ no puedo errar un putt de 1.5 metros, teniendo 3 de handicap”. El entorno ( cancha de golf) está ahí afuera esperando ser conquistado por nosotros, y nosotros esperamos disfrutar del “poder” que ello nos daría.
Por supuesto, que los que son golfistas y están leyendo este artículo ya saben que sigue a continuación, pero para los que todavía no los son, pasaré a detallar:
La razón, el pensamiento técnico tensiona y dificulta la fluidez del swing.
Las emociones asaltan lo racional.
Nuestras verdades se ven cuestionadas y eso nos enoja.
Descubrimos que el poder del fin de semana pasado ya no lo tenemos, pasamos de “amo” a “esclavo”.
Nos olvidamos de la belleza del lugar y de lo afortunados que somos por estar allí y nos ponemos ciegos (de bronca).
Queremos controlar lo exterior y nos descontrolamos.
SI TOMAMOS LOS CONCEPTOS DE LA FILOSOFÍA MODERNA, ELLA NOS ACERCA A UN ENTENDIMIENTO DE ESTAS CUESTIONES.
Para ello quiero agregar un término que postula Heidegger: “LA TRANSPARENCIA”, la actividad no reflexiva, no pensante del ser humano.
El pone a la transparencia: “como la condición primaria de la acción humana”. En la vida, cada cosa que hacemos en general no es hecha con la atención puesta allí, por ejemplo: manejar un auto, cocinar, subir escaleras, hablar por teléfono, etc. Tampoco nos adelantamos al movimiento que haremos a continuación. Éstas características diferencian la acción transparente de la acción racional. Ahora: que no lo estemos razonando no implica que no lo hagamos bien. Si manejamos no vamos por ello a no ver un semáforo en rojo, paramos cada vez que hay uno pero no lo hacemos prestándole la atención exclusiva.
Nos desplazamos en sintonía con el mundo, sin detenernos a pensar en él. En éste estado “fluimos en el mundo”, ya no hay un sujeto y un objeto, esta separación ocurre cuando sucede un “quiebre” ( por ejemplo si casi chocamos con el auto), ahí nos ponemos conscientes de los movimientos o acciones que veníamos realizando.
Aquella vuelta de golf que no olvidamos, donde nos parábamos y sabíamos que la bola iba al objetivo, donde ese putt con caída ya estaba adentro y donde los hoyos pasaron y al llegar al 18 jugaríamos 18 más; esa vuela MI SER fue del cual habla Heidegger: estuvimos en un devenir constante, siendo “uno” con el campo de juego. Estuvimos actuando desde
LA TRANSPARENCIA, no teníamos una verdad única e inmodificable, sino que íbamos transformando paso a paso, tiro a tiro, nuestro “ estar en el mundo”.
En las vueltas malas, el error ( papa, gancho, etc.), emerge en nuestro campo de atención, nos saca del fluir, nos lleva a interpretar racionalmente nuestra acción, nos juzgamos (¡que perro soy!) y nos culpamos. Pero lo interesante es que: lo que permitió este exabrupto fue otro “juicio”; nosotros esperábamos “el tiro perfecto” o por lo menos esperábamos “no errar” ( no podemos errar con bajo handicap, por ejemplo). El error se nos aparece como NO ESPERADO y eso nos saca del “fluir”.
Hacemos juicios y muchos, sobre lo que es normal esperar y son ellos mismos los que frente al quiebre, nos llevan a la desesperación.
Cuanto más bajo handicap tenemos y más automatizada la técnica está, más transparencia tenemos. El jugar bien al golf no es producto de un dominio de la razón, sino de ACTUAR CON TRANSPARENCIA. La razón deberá entonces sumarse al todo, y re-ubicarse en el “pre-golpe”, donde una buena evaluación, analítica y minuciosa, nos da certezas.
Nick Faldo habla de esto, cuando cuenta cómo hizo para ganar por tercera vez consecutiva el British Open, viniendo liderando por tres golpes, hace tres bogies y queda igualado con el que venía segundo. En el hoyo 15 pensó, que en los últimos hoyos tenía que jugar su mejor golf o perdería, y sin darse cuenta eligió que cada tiro lo viviría a full, metido a fondo, inmerso en la realidad de ése mágico momento, cada tiro inmerso en el presente, viviéndolo, sintiéndolo... y salió victorioso.
Por supuesto que existe una gran dificultad para nosotros los seres humanos (golfistas)en “dejarnos fluir”, esto es natural en plantas y animales, pero no lo es para nosotros. La existencia humana nos lleva a hacernos cargo de los acontecimientos, tenemos “intenciones”, actuamos, no podemos descansar en un simple fluir, buscamos, queremos tener un sentido para nuestra vida.
Relacionemos ahora lo dicho, con el concepto de “la nada” de Nietzsche. Un “sin sentido” que nos angustia y un accionar compulsivo en busca del mismo sentido que escapará de nuestras manos.
¿Acaso no les resulta conocido? (y les hablo a los golfistas). Acaso no vivimos esta angustia en el campo. Cuando creíamos tener el swing armónico, la clase entendida y un buen ánimo para ¡romper la cancha!, nos paramos en el 1 y drive... a la calle.

IMAGINEMOS....
“El campo de golf...,
nosotros en él.....,”siendo” en el campo de golf,
no esperando nada pero viviendo todo,
buscando lo óptimo pero actuando desde la transparencia...,
viviendo el presente desprendiéndonos así de lo “no esperado”
( yo no espero nada ya que mis pensamientos
no van hacia el futuro o hacia el pasado),
¡QUE MARAVILLOSO!....cuanto placer hay en ésta imagen.....
¿Y SI TRATAMOS?.